La adenosilmetionina es un compuesto ya presente en el organismo que promueve el proceso de metilación y, por lo tanto, una multitud de procesos enzimáticos positivos para el organismo. Con la edad tiende a agotarse, por lo que era y es comúnmente recomendada en sujetos «ancianos» con problemas articulares ya que interviene de una manera crítica en la síntesis de tejido conectivo, calmando los dolores articulares/artrósicos, promoviendo así la movilidad del cartílago en degeneración. Su función más importante es la de facilitar la síntesis hepática del glutatión, el rey de los antioxidantes. Estimula la desintoxicación del hígado, no solo con la ayuda del glutatión, sino también mediante otra vía sinérgica (síntesis de fosfatidilcolina y L-cisteína) y su regeneración. Se ha utilizado en el tratamiento de la cirrosis hepática, por ejemplo.
La función principal que hace que destaque es que la SAM-e se define como un antidepresivo natural porque eleva el humor sin causar efectos secundarios, gracias al hecho de que al mismo tiempo aumenta el nivel de diversos neurotransmisores deficientes (como la dopamina y la serotonina) en pacientes propensos a la depresión, pero también en personas en ciertas fases de estrés físico y psicológico que pueden obtener un beneficio real (de hecho, su reconocimiento proviene de aquí). Últimamente también se ha observado un mayor reconocimiento de la SAM-e porque interviene de manera positiva en los mecanismos debidos al envejecimiento, protege el ácido desoxirribonucleico (ADN) de la metilación.
La adenosilmetionina: lo que necesitamos saber
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