La enorme publicidad en los medios define y, a menudo, atribuye términos como "energizante", "estimulante" o "reconstituyente" erróneamente a las vitaminas o a algunos tipos de estas.
A veces de hecho, uno oye decir que hay que "vitaminizarse" para "animarse" en los momentos de fatiga y estrés.
Dejando a las vitaminas con sus múltiples y mucho más complejas funciones, en casos de gran cansancio o estrés elevado por causas varias, la ayuda puede provenir de ciertos elementos fitoactivos "adaptógenos"; todos conocemos a su primer representante, "el Ginseng", por sus milenarias cualidades energizantes.
Qué quiere decir adaptógeno
Definimos con el término "adaptógeno" a un remedio capaz de producir una mejora general de las condiciones psicofísicas: aumento de la resistencia a la fatiga psicofísica, regulación de las funciones metabólicas y aumento de las capacidades cognitivas.
Se beneficiarán los sistemas endocrino y nervioso, mejorando la capacidad del cuerpo para adaptarse a los diversos tipos de estrés (trabajo, estudio, actividad física intensa pero también emocional) y a los cambios climáticos o estacionales, revitalizando esos sistemas.
El atleta está sometido periódicamente a fases en las que la intensidad del entrenamiento aumenta de manera vertiginosa, el estrés se incrementa y el cortisol se libera de manera decisiva, "más allá de los límites", pasando de ser una hormona fisiológicamente necesaria para realizar ciertas funciones en el interior del organismo (¡es el antiinflamatorio más poderoso que tenemos!) a ser un verdadero elemento de contraste metabólico dañino (pero generado por una situación de alarma), que lo hace tan temido por los atletas.
Sin embargo, al ser un elemento de importancia esencial, pero que puede perturbar en gran medida la trayectoria y los resultados del atleta (alteración del metabolismo de los carbohidratos, catabolismo de proteínas, retención hídrica para citar los más comunes), se puede, y de hecho es sin duda favorable, modular su acción.
La composición de NeuroSURGE® nace por tanto gracias a la presencia de dos adaptógenos importantes, la Rhodiola y la Ashwagandha, con el apoyo de la Fosfatidilserina.
Rhodiola rosea
El término "adaptógeno" fue acuñado en 1975 por el Instituto Herbal Sueco después de algunas investigaciones realizadas precisamente sobre la rhodiola rosea, para explicar la acción de este interesantísimo fitoextracto contra el estrés.
Las raíces de la rhodiola tienen una acción adaptógena por excelencia, y en general favorecen la capacidad de aprendizaje y la memoria, lo que era ya bien conocido por la medicina popular siberiana. Muchas de sus propiedades han sido científicamente probadas y se pueden atribuir a la presencia de glicósidos fenilpropanoides, y en particular a la salidrosida y el rosavin, cuya estructura química es similar a la de la siringina (eleuterósido B), uno de los ingredientes activos del eleuterococo.
La salidrosida contribuye además a la capacidad de trabajar y al rendimiento orgánico.
La Rhodiola produce un aumento en la concentración plasmática de beta-endorfinas capaces de prevenir las variaciones hormonales indicativas del estrés.
Tiene un efecto cardioprotector, en presencia de taquicardia y palpitaciones debidas a la ansiedad o al nerviosismo, y permite aumentar la resistencia a los esfuerzos y reducir la duración del tiempo de recuperación después de un ejercicio intenso; además mejora significativamente la calidad del sueño, una ayuda fundamental para un atleta en periodos de entrenamiento intenso así como para un estudiante bajo estrés en época de exámenes.
Propiedades adelgazantes
La planta tiene propiedades adelgazantes debidas a la estimulación de algunas lipasas, capaces de favorecer la liberación de grasas de los tejidos de depósito para transformarlas en grasa parda, de modo que puedan sintetizarse fácilmente para producir energía.
Por otra parte, la Rhodiola puede aumentar aproximadamente un 30% los niveles de serotonina en el sistema nervioso central, por lo que además de tener un efecto positivo sobre el estado de ánimo, al realizar una acción sedante anti-ansiedad, el apetito ansioso se reduce considerablemente.
Ashwagandha
Un elemento fitoterapéutico que recientemente ha despertado mucho interés es la Ashwagandha, llegada a nosotros a través de la medicina ayurvédica, que la ha venido utiilizando durante miles de años como un tónico con varias propiedades médicas, algunas hoy confirmadas por estudios científicos.
Posee propiedades adaptógenas (antiestrés), antiinflamatorias, inmunomoduladoras y antioxidantes. En la base de sus propiedades adaptógenas parece haber una inhibición de la regulación al alza de los receptores dopaminérgicos a nivel del cuerpo estriado inducida por el estrés.
Se ha verificado científicamente la disminución de los niveles de cortisol en la sangre después de su ingesta. El efecto inmunoestimulador de la planta, por otro lado, parece estar relacionado con la propiedad de inducir la síntesis del monóxido de nitrógeno (NO) por los macrófagos.
Fosfatidilserina
Entre las sustancias presentes en NeuroSURGE®, la más conocida aparte de la vitamina C, es la FOSFATIDILSERINA, un fosfolípido compuesto por fosfatos, serina (un aminoácido) y ácidos grasos.
Es un componente fundamental de la membrana citoplasmática, donde realiza la tarea de mensajero celular, en particular para regular la apoptosis (muerte celular programada).
Aunque se usa principalmente para mejorar la capacidad cognitiva y para curar algunas patologías cognitivas, donde es eficazmente más útil, es muy conocida por los atletas como un suplemento para disminuir los niveles de cortisol y sus efectos negativos.
Vitamina C
También presente en nuestro tónico NeuroSURGE®, la vitamina C es conocida universalmente por su capacidad para "prevenir" el resfriado, lo que hace que se encuentre fácilmente en medicamentos de venta libre contra la gripe estacional.
Pero en realidad, lo cierto es que un suplemento de vitamina C no reduciría la frecuencia de los resfriados en la población sana, más bien sería capaz de reducir la duración de los mismos; solo en atletas sometidos a un fuerte estrés físico (aquellos que practican deportes de resistencia de larga duración o sometidos a regímenes de entrenamiento muy intensos, como los atletas de deportes de combate o los culturistas), la vitamina C reduciría a la mitad la probabilidad de enfermarse a causa del resfriado.
Función tanto antioxidante como prooxidante
La principal función de la vitamina C en el organismo es realizar una función tanto antioxidante como prooxidante, dependiendo de las necesidades del cuerpo, y este mecanismo le permite realizar múltiples funciones.
En excelente sinergia con la Rhodiola, Ashwagandha y Fosfatidilserina, la vitamina C también actúa modulando la cantidad de cortisol presente en la sangre, pero solo tras la práctica de ejercicio físico (no en reposo), por lo tanto es ciertamente favorable en los suplementos del atleta.