El taraxacum (Taraxacum campylodes), también conocido como achicoria amarga y meacamas, es una planta bastante común en los prados y el campo, tanto que apenas nos damos cuenta cuando miramos su hermosa flor amarilla y sus bordes dentados, que se asemejan vagamente a los dientes de un felino. El diente de león es conocido por la característica particular que, después de la floración, forma una "cabeza de semilla" suave y redonda en la parte superior del tallo, compuesta de muchos aquenios, que todos los niños recuerdan haber soplado con un deseo.

Sin embargo, el diente de león no es una hierba cualquiera: esconde un alma medicinal y propiedades oficiales conocidas y utilizadas durante siglos por la medicina tradicional, especialmente en forma de té de hierbas, decocción y tintura madre.

Diente de león: beneficios y propiedades curativas

En siglos pasados, el diente de león se ha definido como un remedio para el hígado, un aliado para la curación de heridas y como un estimulante de la diuresis (una cualidad que ha sido confirmada por estudios de fitoterapia contemporáneos).

La milenaria medicina tradicional china considera que el diente de león es una medicina útil para:

  • apoyar la salud del hígado,
  • estimular la limpieza del tracto urinario,
  • promover la salud ósea y articular.

En muchos textos médicos antiguos, los dientes de león también se recomiendan para tratar infecciones, problemas de la piel como eczema y dolor en las articulaciones.

La medicina herbal actual considera que los dientes de león son un remedio natural con una acción desintoxicante en el hígado y la vesícula biliar. En particular, las hojas se usan para ayudar a la función renal y como drenaje contra la retención de agua, además de ser un soporte para la digestión.

La notoriedad de esta hierba curativa deriva sobre todo del hecho de que la raíz del diente de león tiene excelentes propiedades purificadoras, estimulando las funciones biliares, hepáticas y renales, es decir, activando nuestros "órganos excretores" (hígado, riñones, piel) utilizados para transformación y eliminación de toxinas a través de heces, orina, sudor.

Ingredientes activos de diente de león

Estas acciones beneficiosas a nivel corporal derivan de la composición particular de los ingredientes activos del diente de león, que le dan a la planta, especialmente las propiedades de raíz, tónicas y digestivas. La raíz del diente de león de hecho contiene:

  • vitaminas A, B1, B2 B3, C, E, K;
  • alfa y beta caroteno;
  • beta-criptoxantina;
  • luteína;
  • zeaxantina;
  • minerales como calcio, sodio, hierro, fósforo, magnesio, zinc y selenio;
  • taninos;
  • ácido cafeico y cumarico;
  • inulina, una fibra prebiótica que nutre la flora bacteriana y mejora el tránsito intestinal.
  • Potasio y flavonoides que tienen una acción de drenaje en el riñón y estimulan la producción de orina y el drenaje del exceso de líquidos.

Quizás el ingrediente activo más importante del diente de león es la taraxacina, un compuesto amargo que estimula la contracción de la vesícula biliar para aumentar el flujo de bilis, estimulando así la purificación. Su acción secretora estimulante no se limita a la bilis, sino que estimula las secreciones de todas las glándulas del sistema gastrointestinal (saliva, gástrico, pancreático, jugos intestinales), así como los músculos del sistema digestivo, promoviendo ligeramente la acción laxante secundaria.

Además, los dientes de león pueden tener una acción capaz de promover la función inmunológica y mejorar la respuesta inmune del sistema linfático. El óxido nítrico (NO) contenido en él está de hecho involucrado en los procesos de regulación y defensa del sistema inmune y, de hecho, actúa como un mensajero intracelular que estimula la actividad fagocítica de las células.

Cuando se recomienda su uso

Este "grupo" de sustancias altamente purificantes, antiinflamatorias y desintoxicantes es la cura que hizo que el diente de león sea conocido por las medicinas tradicionales. Los componentes bioactivos favorecen la eliminación de residuos (azúcares, triglicéridos, colesterol y ácidos úricos) haciendo del diente de león una planta "hepatoprotectora", muy adecuada en caso de:

  • insuficiencia hepática
  • ictericia,
  • cálculos biliares

Contraindicaciones

El diente de león está contraindicado en caso de gastritis, úlcera y en hipótesis predispuestas. Ha habido interacciones con algunos medicamentos como los diuréticos y para resaltar que puede interactuar con los AINE (antiinflamatorios no esteroideos). Los que se someten a este tipo de terapia siempre consultan a su médico en cualquier caso antes de cualquier otro suplemento.